Traducir no es sencillo

Cada vez más textos legales en la UE se escriben en inglés. La traducción al castellano, por causas jurídicas debe estar lo más cercana posible al original. Se suele usar la así llamada “regla del punto”: una oración en el texto original tiene que ser traducida por una oración en el texto traducido, una oración subordinada debe corresponderse con una oración subordinada. Además, todos los puntos y las comas tienen que estar en la misma posición en todas las traducciones a las lenguas de los países miembros. Esto lleva a que las traducciones castellanas sean difíciles de leer dado que están construidas a partir del forzado estilo legal inglés.

Un trabajo de detective

Ser traductor es en gran medida un trabajo de detective. Una palabra puede contener distintas clases de información en las diferentes lenguas. Por ejemplo las palabras inglesas his secretary contienen información sobre el sexo del jefe pero no del secretario. ¿Cómo traducir esto al francés, o viceversa, cuando la expresión equivalente en francés es Son secrétaire, que significa que el secretario es varón, mientras que nada se dice del sexo del jefe? Si la secretaria es una mujer debe decirse sa secrétaire. Pero ninguna de las dos expresiones dice nada respecto del sexo del jefe. En el caso del castellano su secretario significa que el secretario es un varón, y su secretaria una mujer, pero tampoco se dice nada del sexo del jefe. Al traducir del inglés al francés o al castellano, el traductor tiene que averiguar cuál es el sexo del secretario. A veces el nombre puede dar una pista, pero esto no siempre es así. ¿Wu Wong es un secretario o una secretaria? Al traducir al castellano, al francés o al italiano se debe saber esto para traducir bien.

Otro ejemplo: la expresión su abuelo en castellano puede traducirse como diez diferentes expresiones en sueco hans morfar, hans farfar, hennes morfar, hennes farfar, din morfar, din farfar, er morfar, er farfar, deras morfar, deras farfar, que significan literalmente el abuelo materno de él, el abuelo paterno de él, el abuelo materno de ella, el abuelo paterno de ella, el abuelo materno de usted, el abuelo paterno de usted, el abuelo materno de ustedes, el abuelo paterno de ustedes, el abuelo materno de ellos, el abuelo paterno de ellos; para traducir correctamente al sueco esta sencilla expresión es necesario saber quién es el nieto y si el abuelo es el padre de la madre o del padre.

En muchas culturas es ofensivo darle a una persona el sexo equivocado. Este es un ejemplo de por qué los ordenadores casi no se usan como traductores. Seguramente el 50% del tiempo de un traductor se van en resolver problemas de este tipo o parecidos. El tipo de trabajo de traducción que un ordenador es capaz de hacer no va más allá del 10% del tiempo de trabajo de un traductor. Una buena traducción requiere una creatividad y una flexibilidad que va mucho más allá de lo que los mejores ordenadores y programas pueden ofrecer. ¿Por qué si no la UE y la ONU necesitarían emplear a miles de traductores? Yo he leído varias traducciones hechas por ordenadores. Eran espantosas.

Un pequeño ejército

En la UE trabajan alrededor de 4.000 personas a tiempo completo en traducción e interpretación. Además existe una gran cantidad de intérpretes y traductores que trabajan freelance. Traductores e intérpretes no son la misma cosa. Son dos profesiones diferentes. Los traductores traducen documentos escritos.

Las necesidades suecas de traductores e intérpretes están lejos de haber podido satisfacerse. En una UE totalmente expandida a los países del Este se producirán al menos 120.000 páginas de textos jurídicos por año. Los traductores del sueco disponibles hoy en día podrán a lo sumo alcanzar a traducir un 30%.

La avestruz, un modelo

Si la UE no ha podido reclutar la cantidad de intérpretes y traductores para satisfacer las necesidades de Suecia, ¿cómo va a enfrentarse a las necesidades respectivas de Eslovenia, Estonia, Letonia y Lituania? No es sólo una cuestión práctica. Es una cuestión que tiene que ver con la democracia. Esto lo saben los políticos dentro de la UE, pero como la avestruz eligen ocultar la cabeza en la tierra y se rehúsan a ver el problema. Por eso los pueblos de los diferentes países actuar por cuenta propia y presionar para que se llegue a una solución. Los pueblos de los países miembros tienen el derecho a seguir lo que ocurre en la UE, sin tener primero que dedicarse diez años de su vida a aprender inglés. Si los pueblos y los periodistas no tienen posibilidades de entender y seguir lo que pasa en la UE aparecen los sentimientos negativos hacia la UE. Así ha ocurrido en Suecia, donde se ha culpado a la UE de mucho.


© Hans Malv, 2004